jueves, 14 de abril de 2011

¿QUÉ TAN PELIGROSA ES LA ORTOPATÍA EN LA VIDA DE UN CRISTIANO?

Dentro de la línea reformada, y como premisa de muchos teólogos ortodoxos, la “ortopatía”(léase “los sentimientos”) es vista como un elemento casi de tercera categoría. Hablar de “sentir” a Dios o ser “emocionalmente” tocado por Él, muchas veces no se es bien visto, e inclusive se restringe a su mínima expresión. Como “resultado” no es muy difícil distinguir a un cristiano que es un “serio estudiante ortodoxo” de un cristiano que “es gobernado por sus emociones”. Aún, inclusive esta distinción se nota en las denominaciones existentes: ¿100% ortodoxas? Presbiterianos; Bautistas Reformados, etc. ¿100% Ortopaticas? Bautistas “carismáticos”; Pentecostales; Asambleas de Dios, etc.

Pero, realmente, ¿qué tan peligrosa es la ortopatía en la vida de un cristiano? ; ¿Se debe rechazar TODO lo relacionado con “sentimientos”? o ¿Son los sentimientos los mejores “indicadores” de la voluntad de Dios para sus hijos?

El debate es grande, largo, ha durado y durará mucho. No obstante, basados en lo estudiado en la lección número uno, podemos tener respuestas muy claras y bíblicas.

Primero: erróneamente se relaciona “ortopatía” con CUALQUIER sentimiento que se experimenta, olvidando que el concepto de ORTOPATÍA, conlleva: Sentimientos o emociones correctas. Vivir para Dios envuelve asegurarse que nuestros sentimientos más profundos están a Su servicio. Nuestras alegrías, nuestras desilusiones, nuestro enojo, deben traerse a la conformidad con la voluntad de Dios. La clave es la palabra “CORRECTAS”, el detalle no son los “sentimientos” sino que estos sean correctos, PARA: servir a Dios inclusive a través de ellos.

Segundo: ya que por el hecho de que: “los teólogos profesionales, no valoran las emociones o no se han desarrollado emocionalmente.” esto resulta en restringir el estudio de Dios a un mero ejercicio académico e intelectual. Dejando a un lado la ortopatía, es decir, los sentimientos o emociones correctas.

Tercero: después de la segunda guerra mundial surge la “seudo ciencia” llamada Psicología, la cual aporta anti valores cristianos tales como la “neutralidad moral”, invadiendo la sociedad, y actualmente infiltrando las iglesias evangélicas con su “veneno” humanista y pragmático. El hombre, “gracias” a la psicología, ya no es el Homo Sapien, sino el Homo Sentimentus; el grito de guerra es “si lo sientes…HAZLO”. Esto ha motivado que muchos teólogos sean “escépticos” en cuanto a este tipo sentimientos, Y ESTÁN EN LO CORRECTO, pero esto no implica rechazar los sentimientos o emociones correctas (Ortopatía).

Cuarto: la ortopatía se ve reflejada en muchos escritos bíblicos, inclusive en la vida de Jesús (Marcos 10:14, “Jesús…se indignó”; Lucas 2:44, “estando en agonía”; Juan 11:35, “Jesús lloró”) Por lo tanto, los sentimientos son parte del ser humano y han sido dados por Dios, PERO…deben ser los correctos.

Entonces, respondamos a nuestras interrogantes:

  1. ¿Se debe rechazar TODO lo relacionado con “sentimientos”? NO, los correctos, los guiados por la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, son necesarios. La ortopatía es PARTE integral de una buena teología.
  2. ¿Son los sentimientos los mejores “indicadores” de la voluntad de Dios para sus hijos? NO, los indicadores de lo voluntad de Dios se encuentran en la Biblia. Los sentimientos cambian, la Palabra de Dios permanece para siempre.
  3. ¿Qué tan peligrosa es la ortopatía en la vida de un cristiano? Aquí debemos recordar la INTERACCIÖN NECESARIA entre la ortodoxia, ortopraxis y ortopatía. Los sentimientos o emociones correctas que se someten a la Palabra de Dios deben ser puestos a SU servicio y ¡que más hermoso es ser “conmovido” por la verdades eternas! Ya sea al momento de estudiar (ortodoxia) o vivir (ortopraxis) lo requerido por Dios.

En el Amor de Cristo,

Rvdo. Fernando Corales, Viña del Mar, Chile

miércoles, 13 de abril de 2011

DEFINIENDO TEOLOGÍA… UN ANTES Y UN DESPUÉS

Si se me pide que defina lo que es “teología” para mí, inmediatamente debo hablar de un ANTES y un DESPUÉS en este aspecto.

El ANTES es mi periodo cuando abrazaba una doctrina que al principio estaba bajo la premisa de “La mucha letra mata”, por lo tanto el concepto de “teología” o “estudiar teología” no era bien visto. Cuando empecé a estudiar sistemáticamente las Escrituras (Universidad FLET) me empecé a dar cuenta lo errado y fuera de contexto que estaba dicha premisa. Una vez que egreso como Licenciado en Teología estoy plenamente convencido que la teología (el estudio de Dios) era parte vital en la vida del Cristiano.

El DESPUÉS viene cuando, ya siendo pastor, Dios me lleva a abrazar las Doctrinas de la Gracia, la Fe Reformada en toda su dimensión. Desde ese momento la teología se fundamenta como la base necesaria para la vida como hijo de Dios. Conocer QUIEN es Dios, como actúa, que pide es la tarea y el desafío que día a día debo, por Gracia, procurar vivir en cada área de mí ser.

En base a lo dicho por el Dr. Richard Pratt Jr., que no solo define magistralmente lo que es teología sino describe la interdependencia en cuanto al conocimiento, acción y sentimiento de ésta, personalmente me inclino por las definiciones dichas por Aquino y Frame. Así como debo dedicarme a la teología como una ciencia, y todo lo que esto implica, también debo preocuparme de que este conocimiento sea aplicado a todas las áreas de mi vida.

Las palabras dichas por Jesús en Lucas 6:46, "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”, me demuestran que mi conocimiento (ortodoxia) “Señor, Señor”, solo es válido cuando mis hechos (ortopraxis) “y no hacéis lo que yo digo” son consecuentes, es decir, VIVO lo que creo.

También es interesante ver como la ortopatía no debe descuidarse, ya que cuando están la ortodoxia y la ortopraxis correctas, sin lugar a dudas nuestros sentimientos son afectados.

Todo esto bajo el sabio consejo que el Dr. Pratt dice al final de la lección uno: Nos equiparemos bien para seguir la teología en maneras que le ofrecerán servicio significativo a Cristo y a su Iglesia. Esto sólo se logra con una correcta interacción en las tres áreas.

Finalmente, yo defino teología como:

El interés y estudio intelectual, en forma disciplinada, de Dios y todas las cosas relacionadas con Él,

con el sólo fin de aplicarlas a todas las áreas de mi vida, inclusive mis sentimientos.

Está definición la sacó no olvidando el ANTES y el DESPUÉS que tuve que vivir respecto a lo que verdaderamente era la teología.

En Cristo,

Rvdo. Fernando Corales

Chile.